lunes, 12 de diciembre de 2011

- ABRIENDO CAMINOS - Diego Torres y Juan Luis Guerra.wmv



La canción indiscutible de esta noche. Y la palabra...gratitud.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Michael Bublé~Jingle Bells

¿Por qué no? Es Navidad


Cuando era pequeñita, la cita obligada entre mi mamá y yo desde noviembre, era ir a ver el Santa Claus de la tienda La Margarita en El Conde, todos los domingos. Recuerdo perfectamente cómo me quedaba extasiada viendo ese señor mayor, bien grande, con cara de buena gente, cachetes rosados, barba larga y blanquísima, moviendo sus brazos y diciendo HO HO HO!!!
El deber, sí, el deber de los niños era llevarle las cartitas con las peticiones de juguetes que se esperaban recibir el 25 de diciembre, siempre y cuando, se hubiesen portado bien durante el año.
Entre mis múltiples preocupaciones comprendidas entre mi primer año hasta los 8, nunca estuvo la de si me porté bien o mal. Era una niña demasiado tranquila y mi único pecado era ser quisquillosa con la comida (aún lo soy). Por lo tanto, yo estaba segura que mi lista de juguetes para Santa Claus –que no era tan extensa para ser sincera-,se procesaría de inmediato y recibiría lo que pedía con exactitud. Mi madre, también sabía que yo estaba muy confiada, por las razones expuestas anteriormente, así que ella, digamos que insistía con Santa, para que no hubiese equivocación con mi lista. Estaba en la "lista VIP", de la de los niños que se portaban bien.
No puedo describir con palabras esa mágica sensación de esperar el gran día, 25 de diciembre. En mi casa teníamos todo un ritual; en el arbolito le dejábamos galleticas dulces y refrescos a Santa. Más tarde, mi papá inició la tradición de dejarle un vasito de whisky porque el pobre, decía, "es mucho lo que tiene que recorrer en una sola noche, démosle un aliciente". Así se hacía. En el patio se les dejaba agua a los renos y dulces a los ayudantes de Santa. Esa noche, no dormía o al menos, dormía menos y por la mañana, allí estaban mis regalos, los que me gané con mi comportamiento impoluto durante todo un año. Era un día de fiesta para mí.
Cuando crecí, mi padre me dijo en una ocasión, que pensara que ese "día mágico y de fiesta para mí", era un día triste para muchos niños, que lamentablemente no podían darse el lujo de una ilusión. Entonces decidí hacer aportes en Navidad a niños que no tuvieron la dicha que yo tuve. Como ir a ver el Santa de La Margarita, escribirle una carta de peticiones y dar por seguro que recibirían sus juguetes.
Tengo mis criterios, mis cuestionamientos, mis decisiones sobre esta temporada, aún así y pese a ellos, enciendo luces multicolor en mi casa, decoro mi árbol artificial lo mejor que mi escasa creatividad me permite. Salgo por las calles con mi hijo a admirar las bellas decoraciones navideñas de los edificios, parques y casas, y por supuesto, escuchamos villancicos. ¿Por qué no? Es Navidad. La vida tiene escases de ilusiones, no vale la pena rechazar esta, mucho menos, arremeter en contra de ella.
Siento que Santa es un personaje fabuloso y simpático, que vive en un lugar formidable, que tiene un matrimonio muy estable y duradero, dicho sea de paso, que logró hacer que su industria de juguetes funcionara y se adaptara a los nuevos tiempos y que su sistema de distribución es perfecto.
Esta temporada está llena de buenas vibraciones y las aprovecho. Es propicia para hacer buenas acciones por los demás, analizar nuestro interior, fijarnos metas positivas, ser más auténticos, perdir perdón y, perdonar. Es el tiempo de mejorar nuestra vida.
Hoy, mi hijo y yo nos hemos despertado con las canciones de Navidad de Michael Bublé. Y honestamente la casa esta feliz, es Navidad.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Wayne Newton Danke Schoen 1963



Danke Schoen

Danke schoen, darling, danke schoen,
thank you for all the joy and pain.
picture show, second balcony, was the place we'd meet,
second seat, go dutch treat, you were sweet.
danke schoen, darling, danke schoen,
save those lies, darlin' don't explain.
i recall central park in fall,
how you tore your dress, what a mess, i confess, that's not all.
danke schoen, darling, danke schoen,
thank you for walks down lover's lane,
i can see, hearts carved on a tree,
letters intertwine, for all time, yours and mine, that was fine.
danke schien, darling, danke schoen,
thank you for seeing me again.
though we go on our separate ways,
still the mem'ry stays, for always,
my heart says, danke schoen.
danke schoen, oh darlin' danke shoen,
i said thank you for, mmmm, seein' me again.
though we go on our separate ways, still the mem'ry stays, for always,
my heart says, danke schoen. danke shoen, auf weidershein, danke shoen

lunes, 28 de noviembre de 2011

Lady sings the Blues




Cuando Peter me miró con su característica ironía - que debo confesar me desarma - y me dijo: “Oh, pero y no era Billie Holiday tu preferida, sin embargo tienes un post de Etta James y nada de la Lady Day”.
Sí, es cierto. Peter, a quien debo agradecer con una reverencia estilo corte inglesa de la època de los Tudors, por su repentina presencia, después de casi dos años de ausencia, debido a sus mùltiples viajes por tierras exóticas, según un comunicado recibido vìa electrònica hace dos meses, tenìa razòn. Y, por favor, this much I have to say, Sir Peter no digáis que cuando el alumno está listo el maestro aparece, que este alumno ha estado ready to serve en muchas ocasiones y el maestro ha brillado por su ausencia.
Dicho esto y volviendo a Billie Holiday, lo nuestro ha sido un amor profundo desde que mi hermano, José, me la presentó un día del 1987. Billie ha estado conmigo en momentos de alegría, de euforia, de tristreza, de soledad, de compañía y de desesperanza total. Siempre queda una canción de ella que me devuelve justo a donde debo de estar.
Su voz, melancólica, increíblemente sentimental, arroja en cada nota lo que significó su época y el legado que hoy disfrutamos de ella.
Nació en Filadelfia un esplendoroso 7 de abril de 1915, día para mí color naranja
(los días para mi tienen color, pregúntele a Freud), y es considerada una de las mejores voces femeninas del jazz de todos los tiempos.
Billie Holiday se desdoblaba, según lo que cantara. Nadie, absolutamente nadie puede dudar de su capacidad interpretativa, de la intensidad con que cantaba y expresaba el profundo dolor que nunca logró superar de una infancia y adolescencia difíciles, que la marcaron indeleblemente durante toda su vida. Suele pasar.

La inestabilidad, las drogas, los desengaños y la vida misma hicieron que Billie se convirtiera en un símbolo de todo aquel que en un momento se sintió desengañado, pero también de todo aquel que en un momento simplemente no le importó mucho lo qué digan o cómo lo digan, lo qué hagan o cómo lo hacen. Su última gran grabación fue "Lady in Satin", en 1958, es una obra maestra. Recomiendo humildemente escucharla con los ojos cerrados. Después de esa canción, Billie Holiday fue más grande que Billie Holiday y se convirtió en lo que es ella hoy, inmortal. Ella es my lady that sings the blues.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Back to Quintas








La primera vez que fui pensé que no debía haber ido nunca. Porque desde que mis pies size 6 ½ tocaron el suelo de la oficina del proyecto, sentí un corrientazo que en ese momento no logré descifrar. No lograba captar si tenía que salir corriendo lo antes posible de Quintas del Bosque o por el contrario, tenía que afincarme allí y quedarme de por vida. Una serie de eventos afortunados y desafortunados que sucedieron durante los próximos meses, no me aclararon la duda.
Quintas del Bosque, es un proyecto maravilloso, situado en una montaña en Jarabacoa. Allí, la naturaleza tiene un papel protagónico. Te sientes inmerso y sumergido en el verdor y los diferentes tipos
de pinos, además de la amplia gama de flora que hace que sientas que estás en otro mundo, en la república independiente de Quintas del Bosque.
En aquel lugar conoces a Jose Roberto Hernández, director del proyecto, quien junto con su maravillosa esposa Michelle y sus dos adorables hijas, se mudaron a esta montaña y con esfuerzo, sacrificio, disciplina y tesón han logrado que todo funcione, junto con los empleados, evidentemente motivados. Todos hacen que te sientas sencillamente en paz y feliz.
Volviendo a la serie de eventos afortunados y desafortunados, en Quintas del Bosque, deposité todas mis ilusiones en una hermosa casa. Las llevé en un cofre que hasta el momento estaba cerrado. Estructuré una vida que siempre había soñado. El campo, la libertad, el aire fresco, el olor a hierba, los espacios abiertos, la neblina y el sonido de esos animalitos y elementales propios de la naturaleza.
En esa hermosa casa sentí como esos sueños, ilusiones y proyectos se hicieron añicos un domingo de mayo. Sentí una mano blanca y arrugada sobre mi espalda y acto seguido, escuché de una voz severa pero serena la famosa frase: “no será para ti. No te lo voy a permitir”. No fue un diálogo de una película de suspenso, fue la voz de un destino inexorable que me anunciaba que pronto viviría una de las pruebas más fuertes de mi vida. Ese día pensé que ya nunca más volvería a Quintas.
Durante los próximos seis meses supe que la vida te lleva en ocasiones a tu límite, para saber si resistes o desistes. Llegué a pensar que el acertijo estaba descifrado y que en realidad, no debí nunca ir a Quintas del Bosque. Que el corrientazo que sentí, fue porque debí salir corriendo y enfilar hacia la carretera y nunca más mirar hacia atrás.
Sin embargo, volví a Quintas del Bosque el 19 de noviembre de 2011 y mis pies size
6 ½ volvieron a pisar el suelo de una de sus casas, sintieron nuevamente el mismo corrientazo que recorrió cada nervio de mi cuerpo. Lo entendí al fin, se iluminó la sala mental, lo vi todo claro. Si volví fue porque resistí y si resistí, fue porque pasé la prueba. Sí debí pisar Quintas del Bosque, porque el hilo conductor de los sucesos que se desencadenaron a propósito de ese plan inicial de vida allá, levantaron el telón, acabaron con la obra de teatro y me situaron en la realidad. The show it´s over, but you have to move on. El corrientazo lo que me indicaba era que me quedaré en Quintas, en ese bosque, de por vida.
Volver a Quintas significa dignificar la suma del esfuerzo de tantas personas que desinteresadamente me han extendido la mano y, eso, yo lo agradeceré siempre. No se trata de tener una casa en el campo, se trata de que de alguna forma, la vida va poniendo todo en su lugar y, evidentemente, mi lugar está en ese lote, que es el que me corresponde, en el que puedo ser yo misma y puedo convertirlo en mi espacio y refugio. Tiene una vista impresionante hacia las montañas y el pueblo. Allí llevaré mis ilusiones pero en un cofre nuevo, limpio y libre. Volveré a escuchar a esos animalitos y elementales que están en contacto con la naturaleza y volveré a bailar la danza de la neblina, que entra por las ventanas sin pedir permiso. Volveré a aspirar el aire fresco y poco a poco, volveré a estructurar la vida que he soñado y que es posible realizar si tienes fe y buena voluntad.
Back to Quintas, back to life. Con lecciones aprendidas, infinitas gratitudes y la convicción del poder de la oración y las buenas energías. Cambié de bosque, de lote y de número pero sigo estando en Quintas.

martes, 15 de noviembre de 2011

Wednesday, I have a date with happiness


Los miércoles son para mí días verdes. Los veo a así. Son días de esperanza y de intermedio. No estamos empezando la semana, tampoco terminándola. Justo a la mitad, equilibrio total.
Desde hace poco mas de un mes, los miércoles han tomado otro matiz, ahora son días de felicidad. He descubierto un lugar mágico sin que tenga magia, por donde pasaba miles de veces y ni reparaba en su estructura física. Sin embargo, ahora entro desenfadada por las puertas automáticas, las personas, que ya me esperan, me saludan y me tienen reservada esa esquinita cuasi perfecta, no cerca ni muy lejos, no muy oscura ni muy iluminada, y con la adecuada ventilación.
Resulta que es un lugar nice, porque esa es la palabra apropiada. Y me encanta, sencillamente.
Mañana es miércoles. Siento ese cosquilleo en el estómago, un poco de mariposas tecnicolor. Y es que el día verde de la semana, se ha convertido en un bálsamo suave y delicado, que recorre mis poros, que oxigena mi alma y me llena de buenas ideas, inclusive.
Las horas pasan, los temas desfilan, las uvas hacen el recorrido y luego, inicia el ciclo de nuevo, para el próximo Wednesday, when I always have a date with happiness.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Poderosas Razones



Todo empezó a principios del 2006. Fue un encuentro informal en la cafetería La Francesa y debo agradecer por esto, a mi hermana Taty, quien de alguna forma, movida por algún sentimiento que aún no logro descifrar, organizó un desayuno para que mi papá (que no desayunaba), Jesús Martín y yo nos conociéramos.
Jesús, español, alto y un poco tímido, me extendió un libro, su libro, “Poderosas Razones” y desde el primer segundo que lo tuve en mis manos, no pude separarme de él hasta que lo terminé. Aún así, volvía de vez en cuando a abrir una que otra página, para ponerme en contacto con la esencia del libro y, de quien lo escribió.
La descripción en su reverso dice: “El autor traza aquí una compleja novela inspirada en el orgullo del Renacimiento, donde el ser humano vuelve a ser la medida de todas las cosas. Se trata de la historia fascinante de un joven médico, Pietro Giraldi, que arriesga su vida desafiando los dogmas establecidos y por salvar a su amor del olvido. El Renacimiento italiano es el telón de fondo de esta gran aventura que desemboca en la celebración de un juicio apasionante que se centra en una lucha dialéctica entre la fe religiosa y la incertidumbre de la razón”.
El Renacimiento para mi es una de las épocas más apasionantes e interesantes y una de las que más me atraen.Yo creo firmemente haber tenido una de mis vidas en esa magnífica etapa de la historia; tengo muchas razones para pensar así, pero eso será otro post que escribiré en el futuro mediato.
Jesús Martín y yo logramos hilvanar una amistad linda, esa es la palabra. Sublime y madura. Llegó a conocerme más, de lo que yo pude conocerlo a él en ese entonces. Por causas o poderosas razones, dejamos de vernos y de tener esos encuentros literarios y variopintos en la Pastelería del Jardín. Fue un día del 2007. Pero siempre estuvo en mi mente, como la canción de Elvis: "You where always in my mind", porque sabía que los sueños que me contaba con tanto entusiasmo, se harían realidad. Me siento orgullosa de ver cómo hoy es el director del periódico El Mercantil y de la revista Yale Executive. Me siento orgullosa, además, porque fue un proyecto que inició de cero y against all odds, como dicen. A base de tesón, voluntad y talento, hoy es una realidad que precede a otras realidades que están por venir.
Poderosas razones nos hicieron reencontrarnos, uno de esos estos días. Sincronía, el Universo o el azar, no lo sé. Pero aquel vino tinto made in Spain, nos sirvió para ponernos al día de nuestros afanes y vidas. Nos sirvió además, para reconocer que todo tiene un tiempo y un propósito. Siempre hay poderosas razones para que los eventos pasen, dejen su huella y, luego, con la cicatriz visible del aprendizaje, emprendamos el camino correcto.

sábado, 12 de noviembre de 2011

At last

Un maravilloso sábado por la noche no puede estar completo sin que Etta James cante. Y así lo hizo. At Last entonó las horas y encendió las velas. Jamesetta Hawkins fue una niña prodigio desde sus inicios en el góspel y eso, pocos lo saben. Cantaba en su iglesia bautista de Los Ángeles con tan solo 5 años de edad bajo la tutela del profesor James Earle Hines. Se trasladó a San Francisco en 1950, y pronto formó un grupo con tan solo 14 años. Johnny Otis, líder de su propia banda, escucha al trío, quedando impresionado con la voz de ella, de Etta. El resto es historia, como dicen. No siempre una linda historia, pero historia al fin. Gracias a Etta James, la noche de este sábado se ha transformado y ha encontrado el camino de vuelta al pasado, algo que pensamos que era imposible. Hay canciones que envuelven mágicamente el ambiente. Se me ocurre que lo transforman en tonalidades de colores naranjas y amarillos y lo hacen más liviano. Aunque se acabe el Malbec argentino y las varitas de incienso se consuman, aún así, se puede pulsar el “repeat” de At Last.

At last my love has come along, my lonely days are over and life is like a song. Oh at last, the skies above are blue, well my heart was wrapped up in clover the night i looked at you. I found a dream that i could speak to, a dream that i could call my own, i found a thrill to press my cheek to a thrill that i have never known. Well You smile, you smile oh and then the spell was cast and here we are in heaven for you are mine, at last. I found a dream that i could speak to, a dream that i could call my own, i found a thrill to press my cheek to a thrill that i have never known. Well you smile you smile, oh and then the spell was cast and here we are in heaven, for you are mine at last Ooo yea you are mine you are mine at last. at last, at last, at last.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Pudor


Gracias a las redes sociales, nadie tiene el control absoluto de lo que se escribe en ellas. Si lo escribes, ya no te pertenece. Es una elección que haces y estás en tu legítimo derecho de escoger hacerla. Lo escrito, escrito está y, si lo haces en internet, perpetuo será y de consumo público además. La pregunta sería: ¿te importa o no te importa? Una especie de to be or not be.
En mi caso, no me importa. Escribo porque las letras nacen de mis dedos. Escribo porque es mi forma de expresar lo que siento. Escribo lo que escribo porque no lesiono a nadie, en especial, eso tan sensible y necesario en las personas, la dignidad. Yo dejo intacto mi pudor. Y precisamente esa palabra “pudor”, que podría significar un sentimiento que mueve a ocultar otros sentimientos, pensamientos o acciones que se consideran íntimos o bien, un sentimiento de la persona que teme perder su dignidad, me gustaría hacer algunas aclaraciones. Fui acusada de tener escaso pudor porque escribo en mi blog lo qué siento, cómo lo siento y cuándo lo siento. Fui acusada de no tener pudor porque el blog es un “lugar público”. ¿Entonces si soy sincera eso quiere decir que no tengo pudor? Si uso esa herramienta pública como lo es mi blog, para decir quién soy, cómo soy, qué me pasa y por qué me pasa, ¿eso quiere decir que no tengo pudor?
Verifico en todos mis posts y no veo uno solo en el que haya escrito una mentira o haya hecho una acusación con nombre y apellido. Y, en caso de tener eventualmente que hacerla, serà porque tengo todas las pruebas habidas y por haber de lo que digo. Simplemente si alguien se ha sentido ofendido o aludido, pues "al que le sirva el sombrero, que se lo ponga".
Todos mis contenidos tienen ese defecto de ser sinceros, reales y honestos. ¿Eso es no tener pudor? Solo porque todo el que desee puede pasearse por mi blogspot y leer lo que escribo ¿es falta de pudor de mi parte? Solo porque algunos entrèn al blog y saquen sus conclusiones, otros, se lo encuentren aburrido y no pasen de la primera letra y, los pocos, esos que están a mi lado todo el tiempo, comprendan y sientan cierto grado de empatía, porque saben mis alegrías y mis penas, mis decepciones y mis logros, mis aciertos y errores. ¿Es eso falta de pudor?
Y aclaro, no soy víctima ni víctimaria. No quiero ser una especie de Jane Eyre. Soy un ser humano que vive procesos y etapas y que las documenta en un blog, su blog. ¿Es eso falta de pudor?
Ahora bien. Cuando escribimos en las redes sociales mentiras y cursilerías, cuando las utilizamos para hacer creer irrealidades o para un propósito digamos que no muy pulcro, ¿eso sí es tener pudor?
Cuando no tenemos el más mínimo sentimiento de ética y respeto por otros seres humanos y utilizamos las redes sociales con fines exhibicionistas en momentos inadecuados, repentinos y desmesurados, ¿eso es tener pudor?
Cuando utilizamos las redes sociales para informar (porque queremos que todos lo sepan a gritos!) lo qué se hace en un día, una semana, un mes... cómo se hace y con quién se hace, con obvias intensiones de provocación, herir sentimientos o defender lo indefendible o justificar lo injustificable, ¿eso es tener pudor?
Y si lo que queremos es demostrar a rajatabla eso que nos conviene hacer "pensar" y provocar "sentir", esos sentimientos a vapor y repentinos y los colgamos en Facebook, Twitter o un Blog como "prueba irrefutable" de que es verdad, con todo crédito porque estás a la vista de todos, ¿eso es tener pudor?
Cuando no tenemos respeto por nosotros mismos, porque somos capaces de proponer indelicadezas y de regodearnos en la ingratitud. Cuando cambiamos nuestras personalidades según nos convenga y con quien nos convenga en tiempo récord, sin tener en cuenta el efecto que tendrá en otras personas, sean niños, adultos o envejecientes. Cuando abandonamos una vida establecida y supuestamente feliz y en 24 horas o menos, elaboramos otra, menospreciando la anterior (la supuestamente feliz) exclamando que esta sí es la adecuada!!(por quinta vez) y todo esto lo documentamos en las redes sociales sin el más mínimo dejo de prudencia, madurez y elegancia, caiga quien caiga, duela a quien le duela, ¿eso es tener pudor?
Si las respuestas a todas estas preguntas son afirmativas, entonces, yo, Karyna J. Font-Bernard no tengo pudor.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Papi, pensé en ti


Cinco años. Tu cuerpo dejó este plano hace cinco años. Hace cinco años que no me siento en tus piernas largas y delgadas. Hace cinco años que no reviso tu nevera para cerciorarme de que no tienes latas abiertas o quesos en mal estado. Hace cinco años que no subes a mi casa a las 6:30 AM para darme los buenos días y llevarte a Manuel al colegio. Hace cinco años no me pides que te haga la lista de mis antojos del supermercado cada sábado, porque te encantaba ir a buscarlos pasillo por pasillo hasta encontrarlos, ahí no faltaba mi pound cake de Sarah Lee. Hace cinco años que no se hace la tertulia de las tardes en tu casa, con tus amigos más cercanos. Hace cinco años que por las noches no te enciendo el televisor en el canal 3, para que pudieses ver los canales internacionales al encender la "cajita" del cable. Nunca entendiste esa mecánica. Hace cinco años que no te doy un beso en las noches y un abrazo ñoñoñó (típico de nosotros, nos apretábamos y balanceábamos de izquierda a derecha).
Hoy no le he mencionado a nadie, que hace cinco años tu cuerpo dejó este plano. Ni mucho menos me afané en hacer la consabida misa católica por tu alma. Encendí una vela blanca y una varita de incienso de mirra, cerré mis ojos y te abracé en mi mente. Este día lo pasé en una especie de hibernación, arropada de pies a cabeza, durmiendo y despertando, volviendo a dormir y a despertar. Con sueños rarísimos, pero ya esa es otra historia. Luego, en la tardecita, Manuel (fiel compañero) y yo nos fuimos al cine a ver The Lion King, aprendimos varias lecciones de Hakuna Matata. Ya, de vuelta a la casa, siento el enorme vacío de un día que se ha ido, otro día que he resistido y un año más que no estás conmigo. Tu decías que cuando hicieron mi corazón, usaron un cristal muy fino y que por eso, las acciones de la gente y las asperidades y durezas de la vida, me dolían tanto. Tu decías que me dejaban pequeñas cicatrices que con el tiempo, se convertían en surcos casi invisibles, casi. Este año papi, ha sido difícil y como en ningún otro, me has hecho mucha falta. Qué no hubiese dado por escuchar tus consejos y sentarme a tu lado tan solo un momento, porque eso me hubiese dado la certeza de que todo estaría bien y de que Manuel, mami y yo estaríamos a salvo.
Yo sé que desde donde estás, en ese plano de conciencia, has estado dándome apoyo. Has enviado tu mensaje a tanta gente, muchas de ellas, ni me conocen y me han contactado para decirme de ti. Te has materializado frente a mis ojos y en sueños, me has mirado a los ojos y me has dicho “Todo estará bien. Esto no ha salido de ti”.
Gracias, papi, porque a pesar de que tu carne ya no existe, tu alma ha transcendido las fronteras de los mundos y sigue pendiente de mí. Ojalá que dentro de un año, en esta misma fecha, yo tenga muchas cosas buenas que contarte, a pesar, claro, de que te repita una y otra vez, que parte de mi vida se me ha ido contigo y de que cada día, tu ausencia es casi insuperable para mí.
Papi te amo y por ese amor tan grande que te tengo, yo sigo aquí. Casi, casi me rendí, eso sí, pero papi es que pensé en ti.

Amigos part I

La tarde de este sábado está divina. El sol moderado y la casa traquila. Manuel se olvida del mundo en su Xbox y yo, escribiendo estas líneas apresuradas. Queremos ir al cine y con el extenso ritual que llevo a cabo para bañarme, dudo que lleguemos a tiempo.
Este post es para mis amigos, pero es solo la parte I. Es que no quiero que el sol de este sábado, divino, se duerma y yo no le haya dado las gracias a mis amigos. Esos seres inmensos, leales e intensos que siempre están conmigo. Aquí incluyo a unos cuantos que aún no Conozco físicamente, pero que son angelitos con todo y sus alas. Gracias amigos, por estar siempre conmigo, en las buenas y no tan buenas. Que tengan feliz resto del sábado y que la Voluntad de Dios nunca los lleve donde Su Gracia no los cubra.

martes, 1 de noviembre de 2011

Hallmark card para Soraya


¿Recuerdas aquella tarjeta Hallmark que te escribí un día en Jarabacoa? ¿Recuerdas lo que decía? Que a las personas había que darles oportunidades. Que todos merecemos un empujoncito para salir adelante en la vida. Que esa "gran persona" nos necesitaba y que teníamos que estar allí, a su lado. Que unos avanzan antes, otros, después, pero todos, eventualmente llegamos. Que a "esa gran persona" le tocaría su turno y todos, celebraríamos arriba en aquellos 700 metros, donde estaba la casa de las 2,500 matas de café.
¿Recuerdas que te pedí comprensión? Que esa "gran persona" solo necesitaba una coyuntura y una buena circunstancia.
Te escribí aquella tarjeta Hallmark con mi mejor letra, porque sé que los jeroglíficos se entienden mejor. Te escribí porque así lo sentía. Tenía deseos genuinos para "esa gran persona". Mi sueño era que a "esa gran persona" le fuera bien en la vida. Lo que nunca logré entender es que hay personas que son como los trenes, que arrancan con todos los hierros detrás de su meta, buena o mala, justa o injusta y que todo y todos los que se interpongan en su trayecto, terminan irremediablemente aplastados. En República Dominicana decimos: "Quítate tu, para ponerme yo".
Y solo ahora, cuando ya no me hace daño el paso del tren, cuando sé que gracias a Zeus, mi parada quedó atrás para siempre y que he podido comprender que los valores reales se tienen o no se tienen. Igualmente que la buena voluntad nace o no contigo, puedo hacerte referencia, Soraya, de aquella tarjeta Hallmark que te escribí un día en la montaña.
No se vive de sueños. No se sueña con sueños. No podemos soñar con sueños equivocados. No se puede soñar engañados.

jueves, 27 de octubre de 2011

Gracias por el fuego


El relato de un incendio que arrasó con una porción de tierra y un potrero, me dio cierto grado de escalofríos. ¿Y si yo hubiese estado allí? El fuego me da miedo. Pero el relato me conmovió. Sé muy bien que el fuego purifica. Destruye todos los cimientos y limpia, para que crezca, lo que sea que tiene que crecer de nuevo, con fuerza, sanidad y belleza. En el relato, me dijeron que presenciaron un milagro. Cuando crees que lo perdiste todo, es justo cuando te puedes dar cuenta, que en realidad acabas de ganar más...una nueva vida robusta y henchida de esperanzas. Una vida real y sincera, sin los consabidos intereses creados. Porque por ahí dicen, que el amor y el interés se fueron al campo un día...
Por mi casa pasó el fuego. La carta de La Torre predijo la destrucción total de las formas existentes para dar paso a la renovación. El fuego no me quemó. Quemó los sentimientos que un día tuve, para que nunca más se me ocurriera ni el más leve intento de revivirlos. El fuego me salvó de todo lo que otros tendrán que padecer.
El fuego calcinó una estructura pre hecha de vida, para obligarme a que a base de temple, yo diseñara mi propio futuro y empezara a vivir, a vivir, a vivir mi presente tal y como soy .
Las cenizas ya se desperdigaron, no queda nada de ellas. Gracias por el fuego, como dijo Benedetti, hoy estoy libre y con bríos. Estoy como si estuviera sobre un caballo grande y veloz, que galopara por el campito de mis sueños.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Mírate en el espejo


Manuel quiero que seas un hombre de bien. No se trata de ser el mejor hombre, se trata de ser un hombre de bien. Los seres humanos debemos cultivar esa palabra intangible que se llama conciencia y la voz que se desprende de ella, porque si no aprendes a escucharla, no tendrás referencia entre lo que está mal y está bien. Sé que no eres perfecto, nadie lo es. Y sé que cometerás errores, aquí estaré para señalártelos y ayudarte a enmendarlos. Tal y como tú a tus diez años, haces conmigo. Recuerda que somos un equipo. Entiendo que será inevitable que hagas sufrir a algunas personas y, que a su vez, también te hagan sufrir a ti en el proceso de vivir. Lo importante es tener el conocimiento pleno de esto y tener la humildad de pedir y aceptar el perdón. En la medida de lo posible, trata de que tu camino sea tan recto como la línea del horizonte. Las medias tintas son solo eso, medias tintas y el honor, nunca se parte por la mitad. Por lo tanto sé honorable, porque por las noches, a pesar de las decepciones inevitables, sentir que eres digno, te dará paz y fuerzas para continuar el trayecto.
Crece sabiendo que las palabras no se las lleva el viento, hieren y destruyen, como también, sanan y acarician. Procura ser sincero y fiel a tí mismo, para que lo puedas ser con los demás. Nunca los valores pasarán de moda, así que agárrate fuerte de la integridad. Aunque muchas veces sientas que la honestidad no vale la pena, que eres una especie rara dentro de la manada, al final, entenderás que la felicidad no es más que sentir sosiego en las tormentas y fe en la oscuridad y, esto, solo podrás sentirlo si eres honesto.
Trata de olvidar los dolores que te provocan los insensibles y por favor, no pierdas el tiempo preguntando por qué lo hacen. No encontrarás una respuesta que te satisfaga. La realidad es que hay gente buena y gente no tan buena. Y tú eres de este primer grupo, no esperes que los del segundo, se comporten como tú. Cuídate de ellos, es tu responsabilidad defenderte con uñas y dientes de los trepadores que aparecen enredados en el pavimento, al acecho de un tronco al que aferrarse. Nadie tiene derecho a lesionarte ni a cuestionarte. Sé humilde, sé paciente, sé creyente, hijo que la vida es justa pero a su tiempo. Tus seres de Luz estarán siempre a tu lado. Yo, el día que desencarne, desde otro plano, estaré proyectándote amor para que tus caminos no sean ásperos y encuentres las direcciones correctas.
Manuel, todo tiene una razón de ser. Nadie te deja, la vida retira lo que no conviene tener cerca. Aprende a mirar en silencio cómo todo lo que sube, baja y cómo cada causa, genera un efecto. Es de sabios ser paciente y tu, lo tienes que ser. Verás cómo pasan frente a tus ojos cabizbajos, los que un día altivos pensaron que con su indiferencia te hacían sentir menos.
Y esto es casi un ruego, por favor, te pido, que seas lo suficientemente diáfano para poder ver tu imagen en cualquier espejo y que no tengas la necesidad de mirar hacia otro lado.

martes, 25 de octubre de 2011

Je confesse


Lo confieso. Si quieren me alumbran la cara con esa luz de oficina de detectives para que vean mis pupilas que no se retraen. Lo digo en serio. En el fondo soy una cantante frustrada. Lo que quiero es cantar. Ayer, cuando la noche se partió en dos y a Amanda le dio una crisis existencial, la solución fue Danny Rivera. Sí, Danny Rivera. Cuando el CD o DC empezó a aflorar esos violines eternos de la canción “Madrigal”, allí empecé yo. “Una rosa en tu pelo parece una estrella en el cielo”, y así sucesivamente. Fue como si los spotlights me hubiesen abierto el camino para mi debut musical. Y al parecer, afiné bastante bien, porque mi audiencia insistió en que volviera a cantarla. “Yo a tu lado no siento las horas que van con el tiempo ni me acuerdo que llevo en mi pecho una herida mortal, yo contigo no siento el sonar de la lluvia en el viento, porque llevo tu amor en mi pecho como un madrigal”.
No sé qué pasó, pero todos, absolutamente todos elevamos las copas y el líquido de uvas procesadas fluyó por los vasos capilares y nos puso casi como Lucy, sí, la que está en el cielo con diamantes. Figúrense la estampa.
Solo diré que mis días terminarán en un escenario pequeño de un bar pequeño en un pueblo pequeño. Yo cantaré todas esas canciones que han sido parte de cada etapa de mi vida. Han sido muchas, en inglés, español y hasta italiano. Cada noche tomaré un poco de espíritu y empezaré mi repertorio con madrigal y sus eternos violines. Me recordarán en ese pequeño escenario de ese pequeño bar en ese pequeño pueblo y luego cuando yo desencarne, aunque suene dramático, pondrán una foto mía en la entrada y empezará el mito, de aquella comunicadora que un día llegó a este pueblo lejano, con un perro, un gato y una tortuga, pidió una copa de vino y se puso a cantar "Madrigal".

domingo, 23 de octubre de 2011

Manuel, this song it's for you...and for me



http://www.youtube.com/watch?v=b7k0a5hYnSI&ob=av2e


Unwritten, by NATASHA BEDINGFIELD

I am unwritten, can't read my mind, i'm undefined
i'm just beginning, the pen's in my hand, ending unplanned
Staring at the blank page before you
open up the dirty window
let the sun illuminate the words that you could not find
Reaching for something in the distance
so close you can almost taste it
release your innovations
feel the rain on your skin
no one else can feel it for you
only you can let it in
no one else, no one else
can speak the words on your lips
drench yourself in words unspoken
live your life with arms wide open
today is where your book begins
the rest is still unwritten
Oh, oh, oh
I break tradition, sometimes my tries, are outside the lines
we've been conditioned to not make mistakes, but i can't live that way
Staring at the blank page before you
open up the dirty window
let the sun illuminate the words that you could not find
Reaching for something in the distance
so close you can almost taste it
release your inner visions
feel the rain on your skin
no one else can feel it for you
only you can let it in
no one else, no one else
can speak the words on your lips
drench yourself in words unspoken
live your life with arms wide open
today is where your book begins
Feel the rain on your skin
no one else can feel it for you
only you can let it in
no one else, no one else
can speak the words on your lips
drench yourself in words unspoken
live your life with arms wide open
today is where your book begins
the rest is still unwritten
Staring at the blank page before you
open up the dirty window
let the sun illuminate the words that you could not find
Reaching for something in the distance
so close you can almost taste it
release your inner visions
feel the rain on your skin
no one else can feel it for you
only you can let it in
no one else, no one else
can speak the words on your lips
drench yourself in words unspoken
live your life with arms wide open
today is where your book begins
Feel the rain on your skin
no one else can feel it for you
only you can let it in
no one else, no one else
can speak the words on your lips
drench yourself in words unspoken
live your life with arms wide open
today is where your book begins
the rest is still unwritten
the rest is still unwritten
the rest is still unwritten
Oh, yeah, yeah

sábado, 22 de octubre de 2011

Pataletas


Fui una niña tranquila. Cambiaba las Barbies por libros. Me sentaba en una mecedorita todas las tardes a escribir historias fantásticas, que algún día sucederían en la vida real. Al menos, eso pensaba. Recuerdo que mi primer amor fue Alejandro Magno, hasta aquel trágico día en el que me enteré de sus preferencias. Luego, quise ser Madame Bovary, hasta que la profesora de quinto grado de primaria convocó a mis padres, porque yo atentaba contra la moralidad y buenas costumbres de mis compañeras. En mi recorrido histórico, me estacioné en Francia y me declaré admiradora ferviente de Juana de Arco. Luego me mudé a Austria y me instalé con los Habsburgo por María Antonieta. Así pasaron mis años de primaria y secundaria, entre personajes de la Historia.
Juana, María, Emma, Alejandro y tantos otros, alimentaron mi imaginación y me abrieron un mundo dentro de las páginas amarillas de los libros de mi papá.
Uno de mis últimos amores fue Simón Bolívar y yo juraba que era Manuela Saenz. Ya no me queda mucho tiempo para soñar ni para imaginarme historias fantásticas. Ya la vida creció. Pero aún soy capaz de cambiar Barbies por libros.
Se supone que este post sería la descripción de algunas de mis grandes pataletas. No es que surgen con frecuencia, pero reconozco que mis raíces catalanas se cruzan con las criollas de vez en cuando y de cuando en vez. De repente contesté sin querer esa pregunta de cómo soy y esto fue un pequeño extracto. Lo que pasa, es que hace dos días escribí un mail justo en medio de una intensa pataleta y quizás es mi forma de decirle al destinatario que fue solo eso, una pataleta.

El post necesario


No están todos los que son ni son todos los que están. Ahora bien, fueron muchos los que en una forma sincera, otros burlona y otros con rabia me alertaron del tsunami que se avecinaba.
A todos los que hoy se ríen porque tenían la certeza que pasaría y vieron cómo me lancé sin paracaídas del avión, ríanse un poco más, están en su derecho. A todas las personas que se acongojan, porque se solidarizan y entienden la magnitud del hecho, gracias del alma.
El tsunami pasó y si bien es cierto se llevó todo lo que encontró por delante, aún así no pudo llevarse ni la fe, ni la dignidad ni mucho menos la integridad, tres características intangibles pero palpables.
El tiempo se encarga de poner todo en su justo lugar y darle a cada quien lo que merece. Y como le dije a una persona extrañamente especial "the best is yet to come". Errar es de humanos, reconocer el error, humaniza más. Mea culpa, mala elección.
Brindemos por lo que se fue, que pese a todo, fue lo mejor que pudo suceder. Cada mañana lo ratificamos un tanto más.
Cheers!

viernes, 21 de octubre de 2011

Chris Botti just for you


A las 7:30PM la noche se vistió impecable. El traje negro que no nació para esa ocasión, me cayó como anillo al dedo. Off we go al Teatro Nacional. No hacía calor. Llovió pero no nos mojamos y nos reímos solo de lo que teníamos que reír.
Todos los asistentes tenían ese vestuario variopinto que nos caracteriza a los dominicanos. Debajo de la carpa blanca, me dió la sensación de estar en una comedia. Los mozos hacìan piruetas con las copas de champagne, y esto le daba el toque que faltaba, ese que yo denomino como deliciosamente decadente. Luego, cuando anunciaron el “señores y señoras, el espectáculo va a comenzar”, supuestamente en 5 minutos, que a fin de cuentas fueron 20, la manada empezó a desfilar hasta encontrar las sillas adecuadas. Pero está bien, si se retrasó el show, démosle un poco de flexibilidad, se trataba de Chris Botti, nada más y nada menos. De todas formas, seguiría siendo el 64 Aniversario del Banco Central por un par de horas más.
Su presencia se impuso en el escenario. Entró sin alardes. Tiene una personalidad tan agradable, que se hace inmenso. Botti destilaba esa chispa de luz, quizás en esto ha tenido mucho que ver el tono rubio celestial de sus cabellos perfectamente peinados. Impecablemente vestido, inició su repertorio, adecuado, acertadísimo para hacer una velada encantadora. Su orquesta fue simplemente magistral y Lisa Fischer, su vocalista, un verdadero tesoro auditivo.
Era la noche del respiro justo y necesario. Estaba con quien tenía que estar, escuchaba lo que debía escuchar y esperaba justo lo que merecía y merezco.
Chriss Botti just for you. Sin importar las más de 1000 personas colgadas de los asientos. Cada nota de su trompeta fue para ti. Y de hecho, desde hacía más de cuatro años, debió ser así. Fue entonces que entendí que sí existen noches perfectas, especialmente después de tormentas perfectas.

Getting out of the closet



Soy despistada. A veces, no proceso lo que digo, simplemente lo digo. Por eso, Ana se quedó mirándome con cara de espantos. Y de repente todos, absolutamente todos en el lugar, se callaron, justo después de mi frase célebre: Salí del closet!
Obviamente me refería a mi closet particular y eso, tuve que aclararlo pacientemente, ante la incredulidad de mi audiencia.
Este era mi closet. En el guardaba las apariencias y metía mis creencias en el baúl, por temor a que me tildaran de algo que no soy. Quizás si lo soy. Como lo dicen algunos, “estudiante de la LUZ”. Esa soy.
Sí, lo admito, que me gustan los rituales. Que ando investigando las propiedades de las plantas, las piedras, los colores y los aromas. Que tengo en cada esquina de mi casa, un bowl con agua y alcanfor para purificar el ambiente. Y que tengo varitas de incienso de mirra en la entrada de mi habitación.
Si salí del closet, porque ya no me importa que piensen que estoy arriba del cuckoo´s nest o que soy la brujita con la escoba. Sé que todo es energía, que no se crea ni se transforma. Que somos poderosos si nos enfocamos en utilizarla para el bien y si vibramos en el amor.
Tengo una sábila en la puerta de entrada para las malas vibras, y tengo un velón encendido permanentemente a San Miguel, para que con su espada nos defienda, como de hecho, lo hizo. Cada noche invoco el angel de la guarda y de vez en cuando, limpio mi casa con vainilla.
Aún no tengo una bola de cristal ni una varita mágica, pero tengo la firme convicción de que los pensamientos son ondas que viajan por el espacio y que son capaces de crear los acontecimientos.
Y por encima de todo, sé muy bien que la energía mal usada es un boomerang y que aquellos tristes mortales que la utilizan para hacer daño, se les devuelve multiplicada. Allí es cuando se genera el karma y empieza la ley de causa y el efecto.

domingo, 16 de octubre de 2011

Ahora, hay que parirlo


Sal. Báñate con agua salada mamiiiiiiiiii. Eso fue lo último que dijo Manuel, antes de sumergirse en la playa. Nadó, nadó y nadó. Cecilia y yo lo mirábamos desde la orilla, porque no queríamos mojarnos. Imagino que ella por una razón y yo por otra muy distinta. Cecilia tiene 8 libras y sufre de escalofríos, entre otros males. Es la chihuahua más simpática y friolenta de todo el panorama. Obviamente no quería tocar el agua con sus patitas delgadas y frágiles. Yo, simplemente no quería bañarme, sin una razón aparente. Punto.
Entonces como en Baywatch, Osvaldo y Amanda corrían sobre la arena, en cámara lenta hacia mí. Lo supe. Lo inevitable. Uno me agarró por las piernas y, la otra, por las manos. Escuché la vocecita interna que me decía: you are going down, baby. Nunca he entendido por qué mi “vocecita” es de habla inglesa. Ahora bien, siempre acierta y en cuestión de segundos, yo estaba empapada de agua salada. Creo que es terapéutica y que tiene “otras” propiedades. Sentí como si me quitara de encima 5 libras de cuerpo y 5 de pensamientos.
Fue uno de los mejores días. Mis amigos y yo mojados a las 6:00 de la tarde, sobre una toalla con dibujos de patos. Mi hijo saltando en la orilla de la playa y luchando por agarrar a Cecilia, muy escurridiza, si puedo agregar. Y las horas dibujando un nuevo suceso en mi vida. Hoy fue su gestación, ahora el reto es alimentarlo para parirlo en poco tiempo.

sábado, 15 de octubre de 2011

Sea

La tarde no volvió a ser la misma después de que Juan José buscó en Youtube la canción "Sea" de Jorge Drexler y Mercedes Sosa. Gracias por dejarme la canción en un eterno replay. Ya esta en el aire girando mi moneda y que sea lo que sea.

viernes, 14 de octubre de 2011

El silencio de Cala


Su vida, al menos una de ellas, no estaba destinada a un final feliz. Pero como somos dueños del azar, hoy él está acostado en mi sofá, alive and kicking. Se mantiene en un prudente silencio siempre, salvo por las mañanas, pero esa es otra historia.
Cala nació en la calle, imagino que tendría hermanos que ya no vale la pena intentar rastrear. Vagó sin rumbo, hambriento, sucio y con miedo. Un día, sintió frío y se deslizó por dentro de los hierros calientes del motor de un carro. La dueña es una señora de quien no quiero recordar ni la altura desmesurada de su ceja izquierda.
Imagino que la cruzada por la vida de Cala, duraría días. Según las versiones de la señora de la ceja izquierda de altura desmesurada, los maullidos eran insoportables. Ella dijo que se prolongaron por más de dos noches. La idea era dejar que se "apagaran" cuando el corazón felino se detuviera. Quién sabe si así lo hizo, pero como son siete vidas, Cala probablemente agarró por las greñas la sexta.
Lo descubrimos, dentro del motor de un Toyota del 2003. Lo sacamos, previo a ofrecer su respectivo insulto a la inconsciente de la ceja izquierda desmesuradamente elevada y abusadora de gatos.
Cala, se aferró a mí, con las uñas que ya no tiene, con la aridez de quien ha sufrido demasiado y con la esperanza de vivir su sexta o quinta vida en paz, de ahora en adelante.
Desde entonces es mi gato y me quiere. Me observa en silencio acostado en mi sofá, mientras yo escribo este post. Y me mira con aprobación. Es esa presencia pacífica y serena que me estabiliza y que en su forma muy particular, me inspira a que luche por él y por mí.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Anónimo


Cuando llegó, se sintió como la mano que acaricia el pecho con suavidad. Y despejó un poco los grises del lente, además. Fue un aliento sutil que roció la tarde de tranquilidad.
Entonces, hay alguien que me nombró en silencio y que entendió mis sentimientos.
Que no hay tiempo para sentir el desconsuelo, dijo. Tampoco para preguntarse por qué. Si en el fondo conocemos todas las respuestas. Sabemos que siempre pasa lo que tiene que tiene que pasar. Sabemos que no pasa, hasta que te pasa.
Que sea lo que sea, como dice Mercedes.
Me permito ese acto humano de cerrar los ojos y abrir los brazos. Me lanzo al vacío y saco cuentas. Entonces “sigues la vida, urgente y transitoria”. Porque ya no te queda otro espacio en donde habitar. Y mientras caes, vas contando el tiempo que te resta, hasta encontrar, de nuevo, una vida. Esto es lo que dicen. Esto es lo que hacen. Esto fue lo perdido. Esto es lo que queda. Esto es lo justo. Esto es la espera.
Cuando llegó, se sintió como los labios que te besan la mejilla suavemente. Fue un mensaje anónimo que roció de tranquilidad la tarde y pronunció mi nombre en silencio.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Casi


En este caos y circo lamentable. En medio de la agonía y la incertidumbre. Con una punzante y desconcertante decepción. En el mismo ojo del huracán, escucho una canción de Soraya, que dice exactamente lo que siento. Papi, casi me rendí, pero pensé en ti.

Anoche me dormí abrazando las nubes
con almohadas de sueños en una cama de ilusiones
desde niña me imaginé esta vida
cruzando retos para llegar a mi cima
en un instante perdí toda la certeza
las dudas y el rencor se marcaron en mi esencia

Será una pesadilla, no puede ser verdad
me despierta un derrumbe
empiezo a deslizar

Casi se me acaba la fe
casi se me escapa el amor
casi se me quiebra la inocencia
se me agota toda la fuerza para luchar un día más
casi me rendí hasta que pensé en ti
casi me rendí... pero pensé en ti.

Veo en mi reflejo un rostro traicionado
frente al fantasma de un cuerpo cansado
¿por qué hoy, por qué yo, por qué esto?
preguntas con respuestas que vendrán solo con el tiempo

Será una pesadilla no puede ser verdad
me despierta un derrumbe
empiezo a deslizar

Casi se me acaba la fe
casi se me escapa el amor
casi se me quiebra la inocencia
se me agota toda la fuerza para luchar un día más
casi me rendí hasta que pensé en ti
casi me rendí... pero pensé en ti.

Cuando solo escuchas el latido de tu corazón
encontrarás entre su ritmo y el silencio la razón...

Casi se me acaba la fe
casi se me escapa el amor
casi se me quiebra la inocencia
se me agota toda la fuerza para luchar un día más
casi me rendí hasta que pensé en ti
casi me rendí... pero pensé en ti.

jueves, 1 de septiembre de 2011

A tiempo


El tórax se le convirtió en una cavidad vacía, pero latía. Si hubiese una justificación, aunque sea pequeña, lo entendería. Pero solo había palabras dispersas en el aire, haciendo círculos eternos.
La vida son dos trazos y un borrón, escuchó a lo lejos. Pero no quería quitar ni un minuto de la historia, para que viva siempre y le recuerde dónde exactamente editar la próxima.
En todo este proceso, Raúl le dijo todas las penas. Las vació en una copa medio llena. Le señaló las tazas que un día colgaron en la repisa, las cortinas que a pulso cubren la sala del sol, la nevera que lucha por ser protagonista de la esquina y la mesita con fotos de la boda. “Y todo eso se fue, pero sigue aquí cada vez que entro por la puerta”.
Solo pueden contigo si te acabas rindiendo, escuchó a lo lejos. Puso recta la espalda, respiró hondo, a pesar de que en el tórax no tiene nada y de que aún así sigue latiendo. Supo que podrá, porque llegará a tiempo. La suerte acompaña a los justos. Tendría suerte.
Ya sabe que no hay justificación y ya no le interesa entender. Rompió uno a uno esos círculos inútiles formados por palabras que no necesita. La decepción hecha pulsos fuertes, pero más fuerte es la capacidad de seguir. A pesar del disparo por fuera, aún así se llega a tiempo.

Fronteras


Iba bien rápido y con maestría, evitaba precipitarse. Caería profundo en aquel hueco oscuro, un metro después de cruzar la frontera. No quería hacerlo. Sabía perfectamente que las fronteras se cruzan en un segundo y, luego, ya no es posible retroceder.
Pero como todo cambió un día de agosto y el rompecabezas de mil piezas se desplomó irremediablemente, otro día de agosto, cruzó esa frontera. Se vistió de cera, fijó la mirada y se lanzó. Sintió esa sensación fría, vacía y humana de la que tanto le habían hablado. Esa misma a la que había evitado estoicamente caer. Y por fin lo entendió todo. Ese stuff that dreams are made of. Ahora, menos inmortal, se agarró fuerte del único árbol que encontró. Se hizo espacio entre los restos de su naufragio y se aseguró de nunca más retroceder. Iba rápido y esta vez, se precipitó en caída libre y con los ojos cerrados. Ya no hay fronteras que no pueda traspasar. Total, si todas se cruzan en un segundo y, luego, por más que se quiera, no se puede dar un paso atrás.

jueves, 18 de agosto de 2011

Misión cumplida. Lecciones aprendidas.


Fue un viaje diferente. De Santo Domingo a Punta Cana la selección musical fue the best of the best del Dembow dominicano. Esto, sin dudas, me invitó a la reflexión. Me puso en el "mood".
Llegamos al Hard Rock Hotel e inspeccionamos las áreas para convenciones. El lugar es sencillamente mortal.
Almorzamos. Cuando unos tomaban el café y otros el helado, Giselle, con madurez desbordante dijo: “Todo lo que vives es fruto de tu elección. Si quieres saber si debes seguir viviéndolo, cierra los ojos y pregúntate si te hace feliz”. Todas las escenas de mi realidad, desfilaron delante de mis ojos como si fuera el tráiler de una película de Woody Allen, con música de Billie Holiday incluida.
No era feliz. Era una gata sobre el tejado de zinc caliente. Luchaba contra mil quinientos molinos de viento. Y todo había sido fruto de mi elección. Desde la A hasta Z. Lo admito. Cada vez que caía en un abismo, saltaba, solo para caer en el otro. Porque, es que no era feliz. La negación no es tu amiga, mucho menos, la evasión.
Entendí que no soy Atlas cargando la Tierra y que no tengo que ser perfecta. Reaccioné. No tengo que aceptar lo que no quiero. El cambio no es un monstruo verde que te asustará a mitad de la noche. Es tiempo de cambiar… para avanzar.
Soy yo, Karyna. Dominicana y mayor de edad. Me gustan las habichuelas rojas. Crecí escuchando a Julio Iglesias y José Luis Perales y, por eso, no estoy irremediablemente sorda. Mi casa, a partir de hoy, tendrá la decoración que me guste, aunque no esté atada a los parámetros del diseño de interiores internacional.
De vez en cuando voy a bailar. Y admito que entre mis libros está Isabel Allende y Paulo Coelho. Yo no quiero consumirme en la nostalgia de los recuerdos ni entre fotos borrosas de mi infancia.
No entran en negociación la verdad, el pudor y la justicia. Seguiré siendo espiritual hasta el último día de mi vida. Y detesto los complejos de Edipo y Electra.
Misión cumplida. Lecciones aprendidas. No puedes pedir lo que no das. No puedes dar lo que no tienes. No esperes caricias luego de arañazos. Y por encima de todo, no puedes borrar las consecuencias de tus actos.

sábado, 30 de julio de 2011

Jaque mate


Los violines de Every little thing she does is magic en su versión sinfónica, empezaron a sonar e inmediatamente los helechos en mi balcón se contonearon. Es una tarde fría, húmeda y sabatina.
En este escenario de diversidad, extiendo mis manos hacia delante con mucho cuidado y con los ojos cerrados voy sacando de mi mente el ajedrez personal. Acaricio cada una de mis piezas. Son muy blancas. Las coloco, sobre el tablero. Las preparo para librar la batalla. Será una de las jugadas más arriesgadas. Además, intuyo que larga, también. Mi adversario es sabio, impredecible y preciso. La determinación y la estrategia son claves para vencerlo.
Organizo las piezas. Desplazo al rey en dirección vertical y a la dama la coloco al borde del tablero. Mi alfil evita a la torre, pero ésta la encara con maestría. Desde un extremo, el caballo viene galopando con fuerza y derriba todos los obstáculos que se le presentan cada dos casillas. El peón hace su obra y captura algunas piezas dispersas. El tiempo avanza. En ocasiones, me desespero y con torpeza vuelvo a mover a la dama, esta vez, en retroceso. Respiro, respiro, respiro. Pongo a mi rey bajo ataque, de nuevo. Pero ocurre algo que no esperábamos, justo cuando pensé que el juego estaba perdido, mi peón que está en un flanco es promovido a dama y, jaque mate.
Los helechos siguen su baile sensual en el balcón. Every Little thing she does is magic se termina lentamente. Ioo ioo, ioo iooooo…

viernes, 22 de julio de 2011

Happy Birthday




El reloj va casi llegando a las 9:00 de la noche. Escucho Insurrección de Miguel Ríos. Dice en una de sus estrofas: “Me siento hoy como un halcón herido por las flechas de la incertidumbre”.
Mi cumpleaños es hoy, hace más de tres décadas que me arrojaron a la vida. Un 22 de julio del 1972, año y día que no sé por qué, pero me parecen color naranja o lleno de naranjas o tirando a naranja. Tengo que buscar qué significa eso en la Cromoterapia o bien, me hago un análisis Freudiano sin muchas expectativas.
Y la canción dice: “Me siento hoy como un halcón llamado a las filas de la insurrección”.
He recibido innumerables felicitaciones por las redes sociales y una que otra llamada por el bb. Al parecer soy querida y tomando los mensajes clave de la mayoría de ellos, soy una persona admirada.
Yo decía que el día en que mi cumpleaños ocupara el viernes en el calendario, tendría festejos, algarabías, cena y baile. Me reiría tanto que mi mandíbula se desencajaría y apagaría todas las velas del pastel.
Sin embargo ya son las 9:00 de la noche, escribo letras sin sentido, sentada con un pantalón muy viejo y con una agenda que incluye cepillado dental y abrazo de Morfeo. No hay pastel, la excusa fue mi metabolismo lento. Tampoco baile, me duele una rodilla. La algarabía mayor es de mi hijo jugando fútbol en el Xbox. La cena fue un suculento plato de salchichas, en honor de mi padre.
Hoy, el gran festejo fue una evidente crisis espiritual. Su protagonista fue Buda.
Y a pesar de que no estoy debajo de un gran árbol que me dará iluminación, estoy feliz. Y esto es un sentimiento mucho más pacífico de lo que se cree.
Sigo en mi caracol de recuerdos y eso, hoy, me basta.
Happy Birthday…to me.
La canción va por: “Barras de bar vertederos de amor”.

miércoles, 9 de marzo de 2011