La tarde de este sábado está divina. El sol moderado y la casa traquila. Manuel se olvida del mundo en su Xbox y yo, escribiendo estas líneas apresuradas. Queremos ir al cine y con el extenso ritual que llevo a cabo para bañarme, dudo que lleguemos a tiempo.
Este post es para mis amigos, pero es solo la parte I. Es que no quiero que el sol de este sábado, divino, se duerma y yo no le haya dado las gracias a mis amigos. Esos seres inmensos, leales e intensos que siempre están conmigo. Aquí incluyo a unos cuantos que aún no Conozco físicamente, pero que son angelitos con todo y sus alas. Gracias amigos, por estar siempre conmigo, en las buenas y no tan buenas. Que tengan feliz resto del sábado y que la Voluntad de Dios nunca los lleve donde Su Gracia no los cubra.
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