Todo es un azar que lleva a una causa, que es el hilo conductor para cada azar. De esto trata este blog. Es una causa y es un azar. Esto hace que se manifiesten muchas otras causas y muchos otros azares. Sin frecuencias, sin definiciones, sin especificaciones. Es para todos y es nada, para ser todo.
lunes, 14 de noviembre de 2011
Poderosas Razones
Todo empezó a principios del 2006. Fue un encuentro informal en la cafetería La Francesa y debo agradecer por esto, a mi hermana Taty, quien de alguna forma, movida por algún sentimiento que aún no logro descifrar, organizó un desayuno para que mi papá (que no desayunaba), Jesús Martín y yo nos conociéramos.
Jesús, español, alto y un poco tímido, me extendió un libro, su libro, “Poderosas Razones” y desde el primer segundo que lo tuve en mis manos, no pude separarme de él hasta que lo terminé. Aún así, volvía de vez en cuando a abrir una que otra página, para ponerme en contacto con la esencia del libro y, de quien lo escribió.
La descripción en su reverso dice: “El autor traza aquí una compleja novela inspirada en el orgullo del Renacimiento, donde el ser humano vuelve a ser la medida de todas las cosas. Se trata de la historia fascinante de un joven médico, Pietro Giraldi, que arriesga su vida desafiando los dogmas establecidos y por salvar a su amor del olvido. El Renacimiento italiano es el telón de fondo de esta gran aventura que desemboca en la celebración de un juicio apasionante que se centra en una lucha dialéctica entre la fe religiosa y la incertidumbre de la razón”.
El Renacimiento para mi es una de las épocas más apasionantes e interesantes y una de las que más me atraen.Yo creo firmemente haber tenido una de mis vidas en esa magnífica etapa de la historia; tengo muchas razones para pensar así, pero eso será otro post que escribiré en el futuro mediato.
Jesús Martín y yo logramos hilvanar una amistad linda, esa es la palabra. Sublime y madura. Llegó a conocerme más, de lo que yo pude conocerlo a él en ese entonces. Por causas o poderosas razones, dejamos de vernos y de tener esos encuentros literarios y variopintos en la Pastelería del Jardín. Fue un día del 2007. Pero siempre estuvo en mi mente, como la canción de Elvis: "You where always in my mind", porque sabía que los sueños que me contaba con tanto entusiasmo, se harían realidad. Me siento orgullosa de ver cómo hoy es el director del periódico El Mercantil y de la revista Yale Executive. Me siento orgullosa, además, porque fue un proyecto que inició de cero y against all odds, como dicen. A base de tesón, voluntad y talento, hoy es una realidad que precede a otras realidades que están por venir.
Poderosas razones nos hicieron reencontrarnos, uno de esos estos días. Sincronía, el Universo o el azar, no lo sé. Pero aquel vino tinto made in Spain, nos sirvió para ponernos al día de nuestros afanes y vidas. Nos sirvió además, para reconocer que todo tiene un tiempo y un propósito. Siempre hay poderosas razones para que los eventos pasen, dejen su huella y, luego, con la cicatriz visible del aprendizaje, emprendamos el camino correcto.
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