Karyna J. Font-Bernard: Namastè.

martes, 22 de julio de 2014

Namastè.

Gracias a mi querido amigo Peter por enviarme esta oración, a la hora justa en la que sabe que abro mis ojos a un nuevo ciclo. Gracias Peter por demostrarme que no hay distancias suficientes para separar una verdadera amistad y que siempre hay un momento para estar, aunque sea con el pensamiento, con los que amamos.

"Dios Todopoderoso gracias por este nuevo día. Invoco tu presencia en mí para que la buena estrella alumbre mi camino y solucione con éxito todas las dificultades que se presenten. Préstame tus ojos para ver oportunidades y Dame sabiduría para encontrar soluciones.

Te pido que mantengas mi corazón limpio para que únicamente pueda decir palabras llenas de Entusiasmo, Positivismo, Amor y Gracia.

Bendice cada uno de mis días con Abundancia, Prosperidad, Amor y Paz. Amén."

Escrita por Katiuska Goldcheidt

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Las manos de mi padre

Recuerdo que me mecía en su vieja mecedora y me acurrucaba en sus brazos. Yo trataba de acomodarme entre sus largas piernas. Tenía más alma que cuerpo. Me impuso el ritual de contarme las historias de las historias, repitiéndome que eran memorias de un desmemoriado. Escribía todo el tiempo y de sus manos nacían vocales y consonantes que formaban maravillosas palabras. Su máquina, una Remington ya gastada, era testigo de sus sueños, sus deseos y recuerdos. Antes de que partiera hacia otro nivel de existencia, me pidió que siguiera escribiendo y que por medio de esas letras que parirían mis manos, nos encontraríamos de nuevo. Hoy miro mis manos y son iguales a las de mi padre. Tengo su mismo deseo de plasmar en letras lo que pienso, apegada a la verdad y a la objetividad, tocando "las teclas que haya que tocar" para que la verdad no se calle y aunque sea un pequeño cambio, se evidencie. Soy como mi padre, huyo de esa sociedad materializada, con valores invertidos y grandes hipocrecías protocolares.

Este blog se lo dedico a mi padre R.A. Font-Bernard, porque me enseñó a ser honesta y fiel a la lealtad y a nunca callar las injusticias. Este blog se lo dedico a mi abuelo, Alberto Font-Bernard, orador y masón, conocedor de la verdadera esencia del ser humano. El desde su plano elevado me ha sabido guiar por mis causas y mis azares. Esas dos almas en evolución me acompañan y por ellas, escribo.

Gracias a la genètica, tengo las manos de mi padre y la mirada de mi abuelo.

Una tarde de tertulia, mi padre me dijo que su padre le habìa dicho un dìa de enero, que la vida, la verdadera vida no tiene especialidades ni exclusividades, porque es todo y es nada. La vida es un viaje que inicia y termina y vuelve e inicia en ciclos de evolución. Llegamos y nos vamos solo con lo que hemos hecho y vivido. Y eso lo resume todo.