lunes, 2 de julio de 2012

Maridalia Hernández



Los dominicanos sabemos quién es ella. En Toda América, en el Viejo Continente y en Asia también. Ella entra siempre despampanante porque ella es así. Su personalidad la introduce a la audiencia y su carisma y simpatía hacen galas a la vez. Y cuando la humanidad tan característica de ella, hace una reverencia es siempre para dar paso solemne a su voz.


Su voz… potente, tierna, melodiosa, entonada. No hay una sola alma que no se sienta impactada por su voz. Cuando sube al escenario, ella rocía a todos los presentes de letras maravillosas convertidas en canciones y hace que el público delire, especialmente nosotros, los dominicanos. Nosotros deliramos de orgullo por ella, por Maridalia Hernández.

Tuve la oportunidad de disfrutar de su actuación el pasado viernes 29 de junio, cuando junto a un selecto grupo de personas y un formidable equipo de trabajo encabezado por nuestro querido ministro Manuel García Arévalo, celebramos el 46 Aniversario del Ministerio de Industria y Comercio.

Después de agotar una agenda de actividades conmemorativas, nos dirigimos al Hotel Embajador para almorzar y nuestro broche de oro fue la presentación de Maridalia Hernández con el maestro Jorge Taveras. Dos grandes personalidades que llevan el ADN de los dominicanos a donde quiera que se encuentren. Las manos del maestro iniciaron y nos regalaron notas sublimes y evocadoras que se convirtieron en un camino recorrido al unísono entre Maridalia y él. Dos grandes de los nuestros.

“Teatro” fue la primera canción y como comprenderán, como efecto secundario, se observaban las copas alzadas y las miradas perdidas quién sabe si recordando un viejo amor o un desamor, las sonrisas pícaras de quienes tienen actualmente el gran amor y el suspiro de los que anhelan probar el amor. Todo eso con tan solo una canción.

Ya cuando Maridalia cantó “Te ofrezco”, “Para quererte” y “Quién no sabe de amor”, estábamos todos transportados al mundo mágico y onírico de letras y melodías que esta inmensa cantante y el magistral Jorge Taveras habían creado para nosotros. ¿Qué mortal no sería capaz de decir que estas tres canciones son tres joyas imperecederas de la música?

Fueron 9 canciones pero nos hubiésemos quedado a escuchar algunas 20 más. Porque es que cuando se combina talento, profesionalidad y humanidad, la ecuación arroja como resultado el nombre de Maridalia Hernández.

Ella nos ha dado muchos motivos de orgullo y sé muy bien que le queda un camino de grandes y exitosas cosechas. Su voz por siempre será la caricia tierna y fuerte que hace que las canciones se cuelen por los poros y sean perpetuas.

Ella es Maridalia Hernández.


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