sábado, 28 de julio de 2012

La tarjeta de Martín

Martín es una de las personas más nobles que conozco. Martín también es uno de esos seres creativos, sin morirse por su creatividad. Cada día, su cara me da los "buenos días" en el MIC. Como el día de mi cumpleaños, no pudo estar conmigo, el me hizo una tarjeta y honestamente a juzgar por su diseño y contenido, pues Martín quería que yo tuviera un gran cumpleaños.

Gracias, querido Martín.

domingo, 22 de julio de 2012

El cumpleaños


Desde que nací han pasado muchos 22 de julio. No sé por qué veo esa fecha como un enorme círculo naranja. Sí, el día de mi cumpleaños es naranja y francamente no sé qué podrá significar eso. Me colé en el vientre de mi madre cuando menos ella lo pensaba. Me parece que fue una noche de efímero romance, en la que mis padres entrelazaron una vez más sus cuerpos y trataron de ser los amantes que un día fueron y desde hacía mucho tiempo, habían dejado de ser. Esa noche, yo, como un pececito nadé contra vientos y mareas hasta llegar al punto indicado para mi crecimiento en las entrañas de mi madre. Nadie se lo creía. Mis hermanos ya me llevaban suficientes años, más de 20 cada uno y tenían sus vidas recorridas y por recorrer. Y mientras tanto, estaba yo allí, creciendo, escuchando sonidos y sintiendo sensaciones intrauterinas.
Fue un sábado a las 4:30 de la tarde cuando di el grito. "Nació bien y es niña", eso dijo el gineco obstetra, Dr. Vinicio Calventi. Mis hermanos y mi padre estaban presentes y emocionados. Mi madre hace unos años me confesó que no me había comprado una sola prenda de ropa, porque en esos tiempos aún no se hacían sonografías (no es que hace mucho tiempo tampoco) y al haber pasado tanto tiempo entre su último embarazo (23 años para ser exactos) y el mío, sentía el temor de que algo saliera mal. Imagino que cuando los doctores le dijeron que todo estaba bien y que real y efectivamente tenía cinco dedos en cada pie y en cada mano, que era su mayor temor, envió a sus amigas a que me compraran lo elemental, mientras tanto...
Según testimonios fotográficos, un mar de flores fue enviado a mi madre, por motivo a mi nacimiento. Quizás eso debió de ser una plataforma profética que alfombrara mi vida, para que así de suave y oloroso fuera cada día. Pero no, porque también las rosas tienen espinas.
Hoy, un cumpleaños más.  Mi hijo estaba más emocionado que yo e hizo un itinerario completo para el día. Desayunamos con donas en Krispy Kreeme, almorzamos comida italiana con mi madre. Mis amigas y amigos se esmeraron en hacerme sentir querida y, por eso, me siento agradecida. En la tarde, la brisa me respiró de frente a toda velocidad y el salitre del mar humedeció mi piel mientras paseaba por el malecón de Santo Domingo. Fue una tarde linda, clara, exótica y contundente. Mi mundo viajó por otros mundos, con otros idiomas y otras culturas.
Mientras mi nueva edad hacía su entrada, miré hacia atrás levemente y me dí cuenta del rastro de todos los obstáculos que en 365 días había dejado en el olvido. Miré hacia delante y vi con absoluta certeza el presente que tengo y el sobre que contiene el futuro y que aún tengo que abrir.  Un año menos de vida. Un año más de vida. La ausencia de mi padre más presente y un sueño que huele a cigarros, que suena a samba y que sabe a whisky por cumplir.

Feliz cumpleaños para mí.


sábado, 21 de julio de 2012

La sexta


¿Alguna vez se han preguntado el significado de los números? ¿Qué tal si investigamos un poco sobre el 6?


Según la Biblia el 6 es el número más imperfecto, ya que le falta 1 para llegar a 7, considerado el número perfecto, por lo de los 7 días de la Creación según el Génesis. Sin embargo, el genio de las matemáticas Euclides, llamó al 6 número perfecto por ser igual a la suma de sus divisores.

El 6 es el número atómico del carbono. Ambrosio de Milán, teólogo y orador hizo del 6 un símbolo de la armonía perfecta. También lo es en la Qabala que le adjudica al sexto el Sefira Tiferet que significa, belleza. El 6 es la unidad base del sistema horario. El día como horas es formulable como 6+6+6+6. Como minutos (6x60) + (6x60) + (6x60) + (6x60). Y como segundos (60x60) x (6+6+6+6).

En numerología el 6 busca la armonía familiar, significa inteligencia, adaptabilidad, propicia agilidad mental y sentimental. Es un número asociado a la honestidad y fidelidad.

El 6 es compatible con el 8: una asociación ideal para negocios, proyectos o asuntos laborales.

Yo soy la sexta. No porque llegué tarde a la reunión o porque estoy antes de la séptima. Soy la sexta porque solo eran cinco las elegidas. Mi amiga, hermana y madre en esta y otras vidas Jocelyn, de vez en cuando me hablaba de sus cinco amigas y me las contaba una a una, nombre por nombre, dedo por dedo de su mano fabulosa y estilizada como dice mi hermano. Lo que provocaba en mí ese ardor en mi plexo solar que me hacía cambiar inmediatamente el tema. Entonces la pregunta de ¿por qué no estoy dentro de sus amigas elegidas? me torturaba. Tortura que elegantemente ocultaba.

Pero resulta que después de nuestras acostumbradas mini catarsis matinales, ella hace unos pocos días me dijo con una amplia sonrisa y su pose habitual muy al estilo británica. “Tú sabes que (hace una pausa), tu eres mi sexta amiga. Y quiero que sepas, que ya no estoy por conocer más personas”.

Entonces desde ese momento, no dejo de repetir “!!Soy la sexta!!”. Mi gran amiga, que en breve tiempo ha compartido risas, lágrimas, decepciones, sorpresas, alegrías y más que todo, sinceridad, me considera también su amiga. Y yo ya no tengo el ardor en el plexo solar.

!Soy su sexta!


El susurro del perdón


Antes me importaba esclarecer dudas. Antes necesitaba demostrar mis razones, si yo estaba segura de que tenía la razón. Antes enfrentaba a los pequeños mundos particulares si era necesario, solo para cerciorarme de que la justicia era respetada. Antes limpiaba con las fuerzas de mis entrañas los trazos de suciedad con los que las personas sin alma querían manchar mi nombre.
Antes luchaba a capa y espada para que este o aquel se diera real cuenta quien era yo en realidad.
Antes inicié una cruzada para resarcir de todas las formas  posible la maldad de la que un día fui víctima.
Antes…
Pero mientras caminaba por ese sendero de agrias trampas, un día sin fecha ni hora la brisa cálida cerca de la playa me susurró el alivio del perdón. Que se me coló por los poros y llegó hasta mi corazón. Solo en ese instante me sentí libre. No me importa lo que hicieron o lo que hagan. Lo que pensaron o lo que piensan. Lo que dijeron o lo que digan. Soy tan libre que mis pasos son más livianos y sonrío con la cara en alto.

Perdoné. En vez de sentir rabia por las injusticias y las calumnias, sentí lástima por esos seres tan elementales que solo tienen vacíos existenciales. Que se pasan sus años calculando cómo atrapar a sus víctimas y luego, como dejarlas sin rastro. Que su papel en la vida es aparentar ser lo que nunca han sido ni serán, personas nobles y felices.

El susurro del perdón me envolvió como si fuera un lazo de seda, me acarició lentamente y me dio una palmadita en el hombro izquierdo. Me recordó que los que valen, son los que están y se quedan a modo incondicional. Los demás, son tan solo los demás.

Es tiempo de continuar, abrazada de todas las bendiciones que la vida ha derramado sobre mí. ¿Por qué mirar una minúscula y nimia mancha si tengo tanto resplandor delante de mis ojos?

Y como dice mi querido Fito: “No olvides que el perdón es lo divino y errar a veces suele ser humano. No es bueno hacerse de enemigos, que no estén a la altura del conflicto, que piensan que hacen una guerra y se hacen pis encima como chicos. Que rondan por siniestros ministerios haciendo la parodia del artista. Que todo lo que brilla en este mundo tan sólo les da caspa y les da envidia”.


Entonces solo me resta decir touché!












lunes, 2 de julio de 2012

Maridalia Hernández



Los dominicanos sabemos quién es ella. En Toda América, en el Viejo Continente y en Asia también. Ella entra siempre despampanante porque ella es así. Su personalidad la introduce a la audiencia y su carisma y simpatía hacen galas a la vez. Y cuando la humanidad tan característica de ella, hace una reverencia es siempre para dar paso solemne a su voz.


Su voz… potente, tierna, melodiosa, entonada. No hay una sola alma que no se sienta impactada por su voz. Cuando sube al escenario, ella rocía a todos los presentes de letras maravillosas convertidas en canciones y hace que el público delire, especialmente nosotros, los dominicanos. Nosotros deliramos de orgullo por ella, por Maridalia Hernández.

Tuve la oportunidad de disfrutar de su actuación el pasado viernes 29 de junio, cuando junto a un selecto grupo de personas y un formidable equipo de trabajo encabezado por nuestro querido ministro Manuel García Arévalo, celebramos el 46 Aniversario del Ministerio de Industria y Comercio.

Después de agotar una agenda de actividades conmemorativas, nos dirigimos al Hotel Embajador para almorzar y nuestro broche de oro fue la presentación de Maridalia Hernández con el maestro Jorge Taveras. Dos grandes personalidades que llevan el ADN de los dominicanos a donde quiera que se encuentren. Las manos del maestro iniciaron y nos regalaron notas sublimes y evocadoras que se convirtieron en un camino recorrido al unísono entre Maridalia y él. Dos grandes de los nuestros.

“Teatro” fue la primera canción y como comprenderán, como efecto secundario, se observaban las copas alzadas y las miradas perdidas quién sabe si recordando un viejo amor o un desamor, las sonrisas pícaras de quienes tienen actualmente el gran amor y el suspiro de los que anhelan probar el amor. Todo eso con tan solo una canción.

Ya cuando Maridalia cantó “Te ofrezco”, “Para quererte” y “Quién no sabe de amor”, estábamos todos transportados al mundo mágico y onírico de letras y melodías que esta inmensa cantante y el magistral Jorge Taveras habían creado para nosotros. ¿Qué mortal no sería capaz de decir que estas tres canciones son tres joyas imperecederas de la música?

Fueron 9 canciones pero nos hubiésemos quedado a escuchar algunas 20 más. Porque es que cuando se combina talento, profesionalidad y humanidad, la ecuación arroja como resultado el nombre de Maridalia Hernández.

Ella nos ha dado muchos motivos de orgullo y sé muy bien que le queda un camino de grandes y exitosas cosechas. Su voz por siempre será la caricia tierna y fuerte que hace que las canciones se cuelen por los poros y sean perpetuas.

Ella es Maridalia Hernández.