martes, 29 de abril de 2014

El contraste


https://www.youtube.com/watch?v=io0uqrp9dco

La diferencia relativa en la intensidad entre un punto de una imagen y sus alrededores, se llama contraste.
Contraste no solo es la imagen o el punto, es más complicado que ver un destello rojo en un lienzo negro. Contraste es caminar como si nadie se diera cuenta de tus pasos. Es parecer que no existes y tener un mundo fantástico y bidimensional en tu interior.
Sí, contraste es ver una avenida céntrica atiborrada de los carros de última generación y, una carreta arrastrada por una pobre caballo que no entiende por qué debe ser la víctima del látigo del mal llamado dueño.
Son los edificios sin muchas paredes y cristal en demasía en el mejor sector de la gran ciudad, mientras que en aquel campo olvidado, tierra de nadie, las casitas de zinc se tambalean cuando el cielo sopla.
Y contraste es tener un directorio virtual y vínculos en la web, sin embargo desear estar en silencio y en el absoluto anonimato, para llegar a esa esquina solitaria, libreta en mano y escribir sobre el día.
Contraste es reír, saltar, trabajar y mecánicamente vivir, mientras internamente crece el hueco donde habita la tristeza, justo en el medio del plexo solar.
El mayor contraste es aquel que no se conoce pero se cree conocer. El que nunca se pensó, pero empieza a nacer. El que no se pronuncia, pero se escucha y el que se espera, pero no llega; el mismo que se pretende no querer, pero se quiere. Y, mientras tanto, el contraste es hacer pensar una cosa, muy distinta a la realidad, aunque en realidad, nadie sabe qué es la realidad.  
Entre tanto y tanto, el contraste es estar despierto y soñar con lo que podría ser, si no se estuviera despierto. Se sueña un pequeño sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario